Hace unos días se estrenó la nueva película de Alien y como soy fanático de esta franquicia, me decidí a verla, pero en la sala 4Dx de Cinépolis Okland Mall.
La historia es simple: un grupo de chavitos quieren escapar de su triste realidad, en una colonia espacial decadente y sumida en la pobreza... y piensan viajar a un planeta donde hay mejores condiciones de vida.
Y aquí comienza la bueno, ya que para llegar a su destino, deben tener cámaras de criosueño (como las de Avatar? de esas que te duermes durante varios años, y despiertas sano y salvo cuando llegas a tu destino.
La cosa es que suben a su nave viejita y llegan a una estación abandonada en busca de materiales que les puedan servir. Pero esa estación esta infestada de crias de Xenomorfos, esperando un cuerpo humano para desarrollarse.
Mi experiencia
La trama de esta película es bastante sencilla y digamos, un poco predecible (un grupo de chavitos encerrados en un lugar con criaturas asesinas sedientas de sangre...¿Qué puede salir mal?) pero quiero contarles que la sala 4Dx aporta mucho a la historia. Pareciera que esta película está hecha para este tipo de salas de cine, donde ademas de la pantalla, hay otros elementos que mejoran la experiencia.
Hago esta aclaración, porque desde que comienza la película, el sillón del cine comenzó a vibrar, como si fuera un teléfono recibiendo una llamada, solo que de manera permanente. No era fuerte, pero si constante. En un momento pensé que mi asiento estaba dañado y me cambié a otro lugar, pero no, es parte de la experiencia.
Esta vibración eterna comenzó a ser molesta, pero conforme la trama de la película se desarrolla, tiene mucho sentido, ya que se siente una sofocación, un sentimiento de desesperación, como la que los protagonistas sienten encerrados en el espacio.
Cuando uno ya está bien inmerso en la historia, hay momentos de calma para los protagonistas y para uno como espectador, ya que la vibración se detiene. Es allí donde uno puede respirar tranquilamente y ver que si hay esperanza para los protagonistas. Pero luego comienzan los problemas y comienza la vibración.
Además de la constante vibración, también hay movimientos de los asientos, efectos de flash cuando se disparan algunas armas o cuando hay cortocircuito en la historia. Pero uno de los mejores momentos es cuando una parte de la nave se rompe y entra en modo alerta. Hay flasheos, violentas ráfagas de viento y humo. Solo esta escena hace que valga la pena pagar por esta sala en 4D.
Cuando la película termina, se siente una sensación de paz y tranquilidad inigualable. Todo está en calma y te das cuenta que el director Fede Alvarez fue un genio, ya que con su trabajo consigue tener al espectador, sufriendo durante casi dos horas. Además que la película retoma ese ambiente de la cinta original, con pantallas análogas dentro de la nave, así como los androides que botan liquido blanco cuando se lastiman.
En conclusión, Alien Romulus es un homenaje a la película original, con decenas de referencias y nuevos elementos de la franquicia de los Xenomorfos y te mantendrá pegado al sillón, atrapado en una historia de suspenso espacial.